Familiares de los 43 normalistas desaparecidos hace más de un año en Iguala, Guerrero, marcharon hoy por las principales avenidas de la ciudad exigiendo justicia y la presentación con vida de los jóvenes, en el marco de la clausura del Festival Internacional Cervantino.
Ciudad de México, 25 de octubre (SinEmbargo).– Familiares de los normalistas de Ayotzinapa protestaron en la clausura del Festival Internacional Cervantino (FIC) en el Teatro Juárez de Guanajuato.
De acuerdo con medios locales, decenas de personas llegaron al recinto portando las fotografías de los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre del año pasado.
La estudiantina acompañó la protesta con canciones para pedir el regreso de los 43 normalistas.
“Pinche Gobierno malcriado, ¿qué es lo que has de merecer?, yo era cuarto en la lista en la escuela, ahora soy 43″, entonaban los integrantes de la estudiantina en una de las estrofas de las canciones.
La protesta fue acompañadas de consignas como: Ayotzinapa vive, la lucha sigue y sigue!” y ”¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”
Ayer, al término del concierto de la banda Gitana Taraf en el marco del XLIII Festival Internacional Cervantino de Guanajuato, decenas de personas también recordaron a los normalistas.
Los inconformes que portaban mantas con la leyenda “fuera Peña” contaron hasta el número 43 en alusión a cada uno de los estudiantes desaparecidos de la normal “Raúl Isidro Burgos”.
El Festival Internacional Cervantino (FIC), que inició 7 de octubre y concluye este día, es una celebración a la cultura y a la ciencia. En el arranque de actividades, su director Jorge Volpi comentó que ante los sucesos violentos ocurridos en el país, el reto es recuperar la paz, atenuar la desigualdad, crear un sistema de justicia eficaz y confiable, así como vencer la corrupción.
“Pero nadie debería dudar que los instrumentos más claros para conseguir estas metas se encuentran en la ciencia y la cultura. Un país que nos garantiza su calidad y su expansión, a través de instituciones sólidas y confiables y de amplios presupuestos que no se hallen sometidos a los vaivenes económicos”, expresó el también escritor.
Volpi abundó que habrá quien argumente que el fin de la violencia no derivan esencialmente de la ciencia y la cultura, como si estas disciplinas fuesen coto exclusivo de las grandes potencias o una veleidad concedida a los pocos que la cultivan.
